Inversores del 2021

¿Eres parte de los nuevos inversores del 2021?

Si eres parte de los nuevos inversores entran al mundo financiero, te compartimos algunos puntos que debes tomar en cuenta.

Los nuevos inversores suelen sentirse abrumados por todas las opciones: ¿Debo invertir mi dinero en acciones, bonos o fondos de inversión? ¿Debo trabajar con un planificador financiero o intentar hacerlo por mi cuenta? ¿Cómo sé qué esperar de mi dinero?

Sigue estos ocho pasos para iniciar el camino correcto.

Qué es (y qué no es) invertir

Algunos nuevos inversores confunden “invertir” con “comerciar” o “ahorrar”. Pero no es lo mismo. “Ahorrar es el acto de apartar dinero para usarlo en el futuro”. Como las cuentas de ahorro están aseguradas, no hay riesgo alguno asociado al simple hecho de ahorrar. “Es imprescindible que todo el mundo ahorre a lo largo de su vida”.

Invertir también es distinto de comerciar o apostar, dice Karla Castro, asesora de inversiones. La inversión es a largo plazo y suele estar vinculada a un objetivo tangible, como el aumento del patrimonio para la jubilación. Por el contrario, “el trading consiste en realizar operaciones rápidas [mantener las inversiones sólo durante semanas o meses en lugar de años] en busca de beneficios a corto plazo”, afirma. “Aunque todas las inversiones implican cierto riesgo, hay una gran diferencia entre invertir y apostar. Comprar una acción por una corazonada es apostar. Invertir en varias empresas de calidad con exposición a diferentes segmentos de la economía es invertir. Invertir con éxito requiere un plan”.

Ahorrar e invertir

Asegúrate de estar cubierto

Antes de invertir, asegúrate de tener un fondo de emergencia que puedas cubrir de tres a seis meses de gastos.

Una vez que lo tengas, piensa en el tipo de cuenta de inversión que deseas. Muchas empresas de corretaje ofrecen oportunidades con varios niveles de asesoramiento. Por ejemplo, si compras acciones en fondos de gestión activa, tu inversión será gestionada por un gestor o equipo de gestores. Los fondos indexados, en cambio, se gestionan de forma pasiva, lo que significa que tus carteras reflejan un índice de mercado.

También puedes automatizar el proceso con nuevas herramientas online: Tú depositas fondos en una cuenta online y el servicio compra automáticamente inversiones en una cartera diversificada basada en tus preferencias.

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No esperes – Fija tus objetivos ahora

No necesitas mucho dinero para empezar a invertir. Cuando se empieza pronto, “el tiempo está de tu lado. “Invertir 100 pesos al mes de los 25 a los 35 años es mucho más potente que 200 pesos al mes de los 55 a los 65 años. La capitalización comienza a trabajar para ti antes”. Se recomienda empezar con un fondo indexado de bajo costo y bien diversificado, como el fondo de inversión.

“La inversión no es una talla única”. “Tu estrategia de inversión debe adaptarse a tus objetivos y necesidades. Tu edad, tu tolerancia al riesgo y tu situación financiera son factores que afectan a tu estrategia de inversión, pero el asesoramiento en materia de inversión nunca debe ser una fórmula.” Básicamente, para los objetivos a largo plazo, las inversiones de mayor riesgo, como las acciones, pueden ofrecer mejores rendimientos, y para los objetivos a corto plazo, las inversiones de menor riesgo pueden ser una apuesta más segura.

Estrategia de inversión

En general, los objetivos a corto plazo son los que se plantean como máximo a cinco años vista: piensa en la compra de una casa o en la remodelación de la misma. Un objetivo a largo plazo es algo más lejano, como la jubilación o la educación universitaria de tus hijos. Un planificador financiero puede ayudarte a elaborar una estrategia para alcanzar tus objetivos.

También deberías escribir tus objetivos: Esto te da una posibilidad mucho mayor de alcanzarlos. “Sin un objetivo en mente, los inversores invierten a ciegas, y eso puede llevarles a invertir de forma incorrecta”.

Se recomienda abrir cuentas separadas para cada objetivo, o al menos una cuenta separada para objetivos con el mismo horizonte temporal, para evitar pérdidas involuntarias. Por ejemplo, utilizar una cuenta para la jubilación y cuentas de corretaje sujetas a impuestos para objetivos a más corto plazo.