Los conceptos básicos de la bolsa de valores
Aunque invertir puede parecer desalentador al principio, una vez que se comprenden los conceptos básicos de la bolsa de valores, resulta mucho más fácil. Hay tres conceptos básicos que todo inversor principiante debe comprender.
En este artículo te compartimos cada uno de estos conceptos bursátiles básicos, proporcionándote una sólida base de inversión sobre la que apoyarse en el futuro.
Cómo funciona el mercado de valores
El mercado de valores es como un mercado de permutas, una casa de subastas y un centro comercial, todo en uno.
El mercado de valores es como un mercadillo: En el mercado de valores hay muchos vendedores, incluidos inversores particulares e institucionales como fondos de cobertura, planes de pensiones y bancos de inversión, que compran y venden diversos artículos, por ejemplo, empresas públicas que cotizan en bolsa.
Las bolsas de valores más importantes son la Bolsa de Nueva York (NYSE), el Nasdaq y los mercados OTC. Cada una de ellas tiene diferentes requisitos de cotización para las empresas que quieren utilizar sus servicios para obtener capital de los inversores.
La bolsa como casa de subastas
Otro aspecto del mercado de valores es su sistema de fijación de precios similar a las subastas. A diferencia de una tienda, donde hay un precio fijo para cada artículo, los precios de las acciones cambian todo el tiempo a medida que compradores y vendedores intentan alcanzar un precio de mercado para las acciones de una empresa.
Son muchos los factores internos y externos que influyen en el precio de las acciones. Por ejemplo, los beneficios de una empresa y sus perspectivas de crecimiento (factores internos) pueden afectar al precio de sus acciones. Por otra parte, desde las próximas elecciones hasta la opinión de los inversores sobre el rumbo de la economía (factores externos) también pueden influir en la cotización de las acciones.
La bolsa como centro comercial
Por último, el mercado de valores tiene un aire de centro comercial porque es una ventanilla única. Alberga a todas las empresas que cotizan en bolsa, lo que permite a los inversores comprar y vender cualquier acción cotizada que deseen.
Las bolsas de valores actúan como mercados primarios y secundarios de las acciones de una empresa. Permiten a las empresas vender directamente acciones mediante ofertas públicas iniciales (OPI) para obtener efectivo y ampliar sus negocios.
Las empresas pueden realizar múltiples ofertas secundarias de sus acciones cuando necesitan obtener financiación adicional, siempre que los inversores estén dispuestos a comprar. Por su parte, las bolsas proporcionan liquidez a los inversores, ya que pueden vender acciones entre sí.
¿Qué son los mercados alcistas y bajistas, las correcciones y los desplomes?
Aunque la bolsa suele subir con el tiempo, no lo hace en línea recta. Los inversores han acuñado los siguientes términos para referirse a las grandes oscilaciones de las cotizaciones bursátiles:
- Corrección bursátil: Una caída de entre el 10% y el 20% en un índice bursátil importante como el S&P 500 se denomina corrección bursátil.
- Mercado bajista: Una caída superior al 20% es un mercado bajista.
- Mercado alcista: Una ganancia de más del 20% en un índice bursátil desde un mercado bajista reciente es un mercado alcista. Los mercados alcistas suelen ser eventos plurianuales impulsados por un periodo de expansión económica.
- Crash bursátil: Un desplome brusco de los principales índices bursátiles durante un breve periodo de tiempo es un desplome bursátil.
- Volatilidad bursátil: Cuando las cotizaciones bursátiles fluctúan muy bruscamente, se habla de volatilidad bursátil.
Por lo general, los precios de las acciones suben gradualmente a medida que las empresas amplían sus operaciones y beneficios a medida que crece la economía, haciendo que sus negocios subyacentes sean más valiosos. Por ejemplo, la rentabilidad media del mercado bursátil, medida por el índice S&P 500, un conjunto de los 500 mayores valores cotizados en bolsa de EE.UU., ha aumentado históricamente más del 10% cada año.
Pero también hay periodos bajistas. El peor desplome bursátil registrado es el de 1929, al inicio de la Gran Depresión. La preocupación por invertir durante una recesión económica puede desencadenar ventas masivas en bolsa, aunque no es el único factor que puede provocar un gran desplome del mercado.
Invertir a largo plazo frente a invertir en bolsa
A todos nos gustaría hacernos ricos rápidamente. Sin embargo, la bolsa no es la lotería, ni tampoco un casino. Aunque algunas acciones ofrecen ganancias significativas en periodos cortos, son valores atípicos y no la norma.
Por este motivo, los principiantes deberían evitar el comercio de acciones o la compraventa activa de valores, especialmente el comercio diario, y centrarse en la inversión a largo plazo de comprar y mantener.
Invertir a largo plazo es mejor que invertir en bolsa por muchas razones, entre ellas:
Mayor probabilidad de rendimientos positivos
Aunque el mercado bursátil tiene años de caídas, ha subido en 40 de los últimos 50 años. Por tanto, aunque empiece a invertir justo al final de una larga racha alcista y sufra un desplome que le revuelva el estómago, lo más probable es que mantenga la inversión durante unos años y obtenga un resultado positivo. En cambio, en el trading, el inversor puede arriesgarse a perder permanentemente su capital si compra en la parte alta del mercado y luego se da por vencido y vende en la parte baja, con las consiguientes pérdidas.
No perderse ganancias aún mayores
Uno de los mayores errores que cometen muchos inversores principiantes es vender demasiado pronto. Esto puede hacerles perder beneficios mucho mayores a largo plazo. Por ejemplo, aunque puede ser tentador vender después de una ganancia del 10% o incluso del 100%, las grandes empresas tienden a seguir produciendo beneficios.
Beneficiarse del interés compuesto
Aunque las acciones pueden corregir y desplomarse sin previo aviso, por lo general suben. Como se ha señalado anteriormente, el S&P 500 ha producido históricamente una rentabilidad total anualizada superior al 10%. Esa tendencia general al alza, a pesar de toda la volatilidad, se acumula con el tiempo. Por ejemplo, invertir 550 dólares al mes en un fondo indexado al S&P 500 se ha convertido históricamente en un nido de 1 millón de dólares en unos 30 años.
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